Créditos exprés ¿milagro o fraude financiero?

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Seguramente alguna vez te has encontrado con algún de anuncio en la calle o por internet en dónde te ofrecen créditos con requisitos bastante simples, por ejemplo, no revisar tu buró de crédito, no solicitar aval, cobran intereses demasiado bajos y sobre todo el trámite y la aprobación son tan rápidos que no te darás cuenta de que estás frente a un posible fraude.

Los créditos exprés son un foco rojo dentro del sector financiero ya que el número de “financieras” que se dedican a estafar así como el de personas afectadas ha crecido demasiado y lo peor de todo, se siguen replicando estos fraudes por todo el país.

Pero ¿cómo operan los créditos exprés y cómo identificar una financiera fraudulenta?

Lo primero que deberías de saber es que absolutamente nadie en el mundo es tan buen samaritano como para regalar su dinero o dar algo sin recibir nada a cambio y lo mencionamos como primer punto ya que este es el principio bajo el que operan muchos fraudes. Personas con malas intenciones se hacen pasar por empresas u organizaciones que pretenden ayudar, sin embargo, detrás de esas “buenas intenciones” siempre buscan obtener algo a cambio. Recuerda:

cuando algo es “gratis”, tú eres el producto,

así que, ningún banco ni ninguna financiera van a casi regalarte su dinero.

Lo siguiente que te solicitarán serán tus datos personales y mucho cuidado, no debes de dar ningún dato sensible o confidencial a cualquier persona, llámese identificación oficial, número de seguro social, tarjetas de crédito o débito, contraseñas, número de celular, etc. Antes de dar alguno de estos datos siempre verifica que la empresa exista y se encuentre regulada por la CONDUSEF. Revisa si tienen página web, sus referencias y opiniones de otros usuarios y algo que es infalible es

revisar la existencia a través del sistema SIPRES de la CONDUSEF o en la página de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Po último, no des ningún pago por adelantado, ya sea para pagar la “asesoría” o el pago por honorarios para hacer el trámite y mucho menos como condición para liberarte el crédito ya que ni siquiera los bancos de mayor renombre llegan a hacer ese tipo de solicitudes.  También suele pasar que las supuestas financieras solicitan contratar algún tipo de seguro, fianza, o bien, piden algún otro tipo de pago, por ejemplo, por realizar un estudio socioeconómico por lo que te pedirán datos bancarios para efectuar el pago.

De manera muy general, estos fraudes tienen el objetivo de recabar tus datos personales, en otras ocasiones es un medio para acceder a documentación muy importante como cuentas bancarias u obtener copias certificadas de garantías. Po otro lado, también buscan que las personas paguen para acceder a los créditos para después desaparecer sin dejar rastro alguno.

En conclusión, si estás a punto de tramitar algún producto financiero siempre revisa la reputación de la empresa, su existencia y si se encuentra regulada. Si no cumple con alguna de estas características es mejor que tomes tus precauciones y no continúes con los trámites. Muy importante, no des ningún tipo de información personal ni tampoco debes de dar pagos de ninguna índole. Investiga todo lo posible de la empresa y si algo no te cuadra, es mejor que te alejes,

recuerda que nadie regala nada en este mundo.

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Por Eder Cruz

Economista, escritor y director de “Financieros sin Corbata”, blog y podcast; y colaborador en Rankia México. eder.cruz@financierossincorbata.com