Esta semana los mercados financieros del mundo experimentaron una de las caídas más pronunciadas desde la crisis global del COVID-19. Para entender este acontecimiento es importante tener en cuenta diversos factores macroeconómicos que lo fueron desencadenando. Aquí te resumimos lo que sucedió.
Este lunes 5 de agosto el índice de la Bolsa de Valores de Japón, el Nikkei, cayó 12.4%, algo que no sucedía desde 1987, lo que terminó por afectar a otras bolsas del mundo, principalmente de Estados Unidos en dónde las pérdidas del Dow Jones (-2.6%), el Nasdaq (-3.4%) y el S&P 500 (-3.0%) fueron significativas.
Vámonos hasta Japón
El pasado 31 de julio, Consejo de Política del Banco de Japón decidió subir su tasa de interés de referencia, la cual pasó de rondar casi 0% a 0.25%, en lo que fue su segunda subida en casi 17 años y que fortaleció al yen en 1.6%.
Aunque no es un cambio significativo si lo comparamos con los movimientos en las tasas de interés de otras economías, esta medida provocó una caída del 12.4 % del Nikkei, además, de ventas masivas de activos de riesgo, especialmente entre los inversionistas que tienen operaciones de Carry Trade.
Cotización del Nikkei en el último año
Esta es una estrategia en donde los inversionistas solicitan dinero prestado en países con tasas de interés bajas y una moneda débil, como Japón, para apalancarse e invertirlas en otros países en busca de mayores rendimientos con otros activos, por lo que, ante la subida en la tasa de interés, ahora los inversionistas enfrentan mayores costos de financiamiento y posibles pérdidas.
Lo anterior, que preocupó dada la importancia de empresas exportadoras en el Nikkei, también impactó negativamente las estrategias de carry trade basadas en el bajo costo de fondeo en Japón, sumando al sentimiento de mayor aversión al riesgo.” comentó Mauricio Guzmán, head de Estrategias de Inversión de SURA Investments.
Mientras tanto en Estados Unidos
El pasado viernes 2 de agosto, se dieron a conocer algunos datos económicos de Estados Unidos, poniendo principal atención en los empleos creados en julio, mismos que estuvieron por debajo de las expectativas, además, de otros datos negativos como la tasa de desempleo al alza de 4.1 a 4.3 en los últimos tres meses y el aumento de solicitudes de beneficios por desempleo de 14,000 a 249,000 en el último año, lo que ha causado un sentimiento negativo en los inversionistas ante un posible enfriamiento de la economía norteamericana.
Es cierto que la economía estadounidense se puede desacelerar, sobre todo de cara a las elecciones presidenciales en noviembre que pudieran generar cierta incertidumbre. Sin embargo, hoy no vemos señales de una posible recesión”, señaló Miriam Acuña, Economista en Jefe de GBM.
Después de los días de turbulencia, el Nikkei recuperó terreno, subiendo un 10% el martes 6 de agosto y cerrar en 2.3% este miércoles, posterior a que el vicegobernador del Banco de Japón, Shinichi Uchida, mandara un mensaje ante empresarios que el banco central no subiría las tasas de referencia.